Todos contamos con cierto grado de ingenio: la capacidad de generar ideas e invenciones con cierta prontitud o facilidad. Pero el genio es capaz de generar ideas y soluciones originales que son realmente admirables una y otra vez.
Albert Einstein, sin duda, sigue siendo uno de los genios más influyentes de nuestra era; desde la fibra óptica hasta las naves espaciales se nutren aún de sus teorías. Cerca de su muerte en 1955, el Departamento de Educación del estado de Nueva York le preguntó qué debían enfatizar las escuelas para mejorar el sistema educativo. Él respondió algo sorprendente: «En historia: debe haber una discusión profunda de las personalidades que han beneficiado a la raza humana a través de su independencia de juicio y carácter».
Invitado por el Servicio de Carreras Profesionales ESADE Alumni, mañana impartiré una sesión flash, que alterna teoría y práctica, reflexión y acción, sobre la vida, las ideas y los inventos de algunos de los genios más notables de la humanidad. El objetivo de analizar la biografía de cada uno de ellos es lograr entender cómo era su pensamiento creativo y, en definitiva, aprender a romper las barreras que nos impiden «pensar como genios» con ejercicios y técnicas prácticas y aplicables.