Como ya anunciaba en este blog, el jueves pasado tuve el placer de participar en las Jornadas TMT “Creatividad e innovación: tiempos de cambio” por invitación de su fundador Roberto Luna, gran compañero y profesional de la gestión del talento.
El público de las jornadas TMT es muy diverso, desde emprendedores, empresarios a profesionales independientes y simplemente gente curiosa. Esto hace que hablar de procesos creativos con más de 500 asistentes con intereses muy diferentes sea realmente un reto. En la búsqueda de denominadores comunes dentro de “Piensa como un Genio” encontré algunas perlas ocultas, que no están en el libro, pero que son señaladas por este. Como suelo decir, los grandes retos son oportunidades de superación y la simplicidad ha sido la clave de esta charla, enfocando la creatividad desde su lado mas motivacional y humano, desde el sentido de estar vivos.
El público se acerco a pesar de la tarde lluviosa y disfrutó en grande en la jornada, que contó con intervenciones realmente interesantes, como la de Loreto Rubio que contó la historia de ese gran hombre Vicente Ferrer, su labor en la India, y como mereció y nunca ganó un premio nobel de la paz.
Aunque me fascina y soy un estudioso de los aspectos más técnicos del pensamiento creativo, en el momento en que las personas, equipos y organizaciones se quedan inmersos en técnicas y procesos pierden la esencia misma de la creatividad, su parte más inocente, más humana y tal vez por ello la más potente y más delicada de gestionar.
Lleno de esperanza me he ido de Valencia, por el abrazo de una madre y su hija conmovidas, por músicos y emprendedores compartiendo sus ganas de cambiar las cosas, por colegas abriendo camino para las ideas del mañana.
Gracias a todos, volveremos.